Las siestas largas y la somnolencia diurna, vinculadas a mayor riesgo de síndrome metabólico
Echar siestas largas o estar excesivamente cansado durante el día está asociado con un mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico..
En concreto, las siestas durante 40 minutos o más se vinculan con un fuerte incremento en el riesgo de desarrollar síndrome metabólico, un conjunto de problemas de salud como presión arterial alta, colesterol alto, exceso de grasa alrededor de la cintura y azúcar en la sangre, que elevan el riesgo de una persona para la enfermedad cardiaca. Estar muy cansado durante el día también se relacionó con mayor riesgo de síndrome metabólico.
Este meta-análisis evaluó datos de 21 estudios observacionales que implicaron a 307.237 sujetos asiáticos y occidentales que relacionaba largas siestas y somnolencia durante el día a una mayor prevalencia de enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2.
Los resultados de un meta-análisis (evaluó datos de 21 estudios observacionales que implicaron a 307.237 sujetos asiáticos y occidentales), mostraron una relación entre el tiempo dedicado a las siestas y el riesgo de síndrome metabólico. Los sujetos que dormían siesta durante menos de 40 minutos no mostraron ningún incremento en el riesgo de este trastorno, pero más allá de 40 minutos, el riesgo se elevó significativamente.
Dormir la siesta durante 90 minutos parecía aumentar el riesgo de síndrome metabólico en hasta un 50%, al igual que estar excesivamente cansado o somnoliento durante el día. Curiosamente, había un ligero descenso o disminución del riesgo de síndrome metabólico entre los que echaban una siesta durante menos de 30 minutos.
La National Sleep Foundation aboga siestas de entre 20 y 30 minutos para mejorar el estado de alerta sin dejar a las personas aturdidas cuando se despiertan.
El sueño es un componente importante de nuestro estilo de vida saludable, así como la dieta y el ejercicio. Las siestas cortas podrían tener un efecto beneficioso sobre nuestra salud, pero aún no se sabe la fuerza de este efecto o el mecanismo por el que funciona